Eliana (Dulce María) encarna la sombra de su homosexualidad. Vive en una burbuja de seudo amor, creyendo tener una vida perfecta al estar casada con Franco Palacios (Sebastián Zurita). Trata de ocultar sus verdaderos sentimientos, los cuales se inclinan hacia Joana (Fernanda Castillo), su cuñada. Al reaparecer Joana en su vida, Eliana vive en una constante disyuntiva, donde el nirvana olvidado regresa como su peor pesadilla. Ve reflejado en el sufrimiento de Joana un inmenso placer para su culpabilidad.